domingo, 19 de septiembre de 2010

...

y en una de esas mañanas
encontré que no hay nombres
que las cartas del destino son mis pasos
que no hay soledad peor que no querer estar con uno mismo
y que mientras la vida suena
nadie la escucha.

que las estrellas nos absorben y no queremos verlas.
que las emociones son laberintos
y que no hay peor ficción que la realidad.
que el amor rara vez existe de forma pura
y a mas miramos alrededor mas preguntas encontramos
pero no podemos responderlas y nos enojamos
de que el mundo este en silencio
que los misterios juegen detras del ventanal
que el amor sea brujo
y que la pasión no alcanze
que haya pocos compañeros en el camino
y muchos obstaculos para saltear.

que extrañe todo sin extrañar nada
que no sepa de amor
y empieze a entender de que se trata...

que no te animes a dejarlo todo
y que la vida te gane
viviendo como un inmortal
mientras los días se terminan.

S.G

2 comentarios:

leandro quintero dijo...

Escribir en la oscuridad (denise)


No es difícil.
En todo caso, es necesario.

Esperá hasta mañana y te habrás olvidado.
Y quién sabe si la mañana llegará.

Buscá la luz a tientas, y vas a estar
irremediablemente despierto, pero con la visión
desvaneciéndose, resbalando
fuera de alcance.

Hay que tener a mano papel,
un marcador porque las biromes no siempre andan,
y a los lápices suele rompérseles la punta. No hay nada
vergonzoso en este exceso de prudencia: son tus herramientas.

No te preocupes por cruzar las tes o puntuar las íes
pero ocupate, sí, de no tapar
una palabra con la siguiente. La práctica te va a mostrar

cómo una mano acude por instinto en socorro de la otra
a fin de mantener cada línea
separada de la anterior.

Seguí escribiendo en la oscuridad:
un registro de la noche, o
las palabras que te arrancaron del fondo del desconocimiento,
las palabras que sobrevolaron tu mente, como extraños pájaros
que gritan su urgencia con voces humanas,

o se abrieron
como flores de un árbol que florece
sólo una vez en la vida:

las palabras que tienen el poder
de hacer salir el sol una vez más.

Anónimo dijo...

Un amigo del corazòn me regalo una pequeña hoja blanca con un texto escrito que me gustaria compartir. Es de Eduardo Galeano, se Titula "El Mundo" y dice algo asì:

"Un hombre del pueblo Neguà, en la costa de Colombia pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contò. Dijo que habìa contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso-revelò- un montòn de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demàs.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes, fuegos chicos, fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasiòn que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende"

Pura Vida