jueves, 27 de mayo de 2010

Solían encontrarse después de unos días,

primero se veían y se saludaban pero no se encontraban,

y cuando se encontraban se despedían.

Los días pasaban y pasaban y en los sueños se encontraban apenas se saludaban.

Ella lo cuidaba y el la besaba en la frente.

Ella lo guiaba y el vigilaba sus espaldas.

Por que el mundo de los sueños es un laberinto repleto de seres,

nunca se sabe…

Ella quería sacarlo de aquel laberinto en el que él ni se sabía encerrado.

Ella quería curarle su pie herido.

Pero fuera de los sueños se olvidaban despacito.

Hasta que se volvían a saludar,

después de unos días se encontraban y se despedían,

como las últimas veces que hoy parecen siempre.


1 comentario:

Nacho Mazariegos dijo...

Eso es lo que pasa con los free spirits, no?. Se quieren, se cuidan, pero es difícil mantenerlos quietos, juntos